¡ALTO A LA REPRESION Y HOSTIGAMIENTO A LAS COMUNIDADES ZAPATISTAS!

noviembre 24, 2006

Termina el recorrido por Coahuila, 20 de noviembre

Pasta de Conchos, Coahuila

Reunión con viudas de mineros


20 de noviembre del 2006

Bueno compañeras, pues nosotros venimos hasta acá para escuchar su palabra. Porque lo que quieren hacer los de la industria Minera México, y el gobierno de Coahuila y el gobierno de Fox es que se olvide todo. Como que no pasó nada, dejarlas solas, que su voz no se escuche lejos, y que ya siga el mismo problema y luego tengan que morir otros mineros, y otros y otros.

Lo que nos da coraje a nosotros es que cuando la gente es de abajo, se tiene que morir en una desgracia para que volteen a verla. Pero el resto del tiempo, que ya descubrimos —que nos estuvieron platicando cuando estuvieron allá en México en el Encuentro Obrero— pues es que no había condiciones de seguridad. Los tenían pues como animales ahí trabajando. Ya el que se muere, pues se muere y nadie se da cuenta. Y fue hasta que pasó esta desgracia que nos empezamos a dar cuenta cómo trabajan los mineros aquí en la zona carbonífera de Coahuila.

Y lo que se nos olvida es que pues de cada cien focos que se prenden en México, 13 se prenden por el trabajo de los mineros aquí. Y uno ve que prende el foco, o se apaga, o lo que sea y no toma en cuenta el trabajo que cuesta hacer que eso se encienda. Y ese es trabajo pues de los mineros, no de la Minera México. Ésa se está enriqueciendo ahora sí que con la sangre y la muerte de los mineros y de esta gente.

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  • Y nosotros lo que decimos es ¿por qué tiene que ser así? Porqué hasta que pasa una desgracia, entonces el gobierno sí se voltea a ver, y entonces la empresa sí se preocupa. ¿Por qué no antes? Y no tendríamos que lamentar la muerte de estos compañeros pues mineros, de sus familiares.

    Y es hasta ahora que ya pasó la desgracia, que lo único que hicieron, lo vimos y nos dio coraje, fue empezar a hacer declaraciones en televisión. Y decía uno y decía el otro, y decía el otro, y nadie hacía nada para ver lo del recate. Y ahorita lo que quieren pues es que se cansen ustedes y que nosotros nos tapemos los oídos y cerremos los ojos, y no veamos lo que está pasando.

    Miren, con nosotros viene mucha gente de prensa. Nosotros queremos pedirles pues que tenemos que decirle al resto del país, que esta injusticia está pendiente. Que no puede ser que nada más se empiecen a hacer declaraciones en los periódicos, y en la radio y en la televisión, y ni siquiera podamos tener los cuerpos de estos compañeros pues, para velarlos como es nuestra costumbre, para que estén tranquilos.

    Mientras sigan allá seguiré al pendiente, de dónde está, dónde está la justicia que exigimos. Dónde está lo que estábamos haciendo como trabajadores. Y es que se supone que la empresa se comprometía a cuidar de nosotros y el gobierno también.

    No se trata sólo de dar dinero pues a los familiares, sino se trata de cumplir con el deber que tiene de sacar a esos mineros y entregarlos a sus familias. Y además, de hacer condiciones de seguridad, para que no vuelva a ocurrir esto.

    Porque lo que ellos quieren es que se olvida, y siguen pasando los mismos problemas. Y hasta que cae otra desgracia, entonces sí, vienen los periódicos, viene la televisión, habla el gobernador, habla el secretario del trabajo, habla el encargado de la industria Minera México. Y como quiera, ¿quién nos va a devolver a los muertos?

    Nosotros lo que queremos es unirnos con ustedes en esta lucha. Queremos que dondequiera que estamos pasando de todo México, porque tenemos compañeros en todo el país, se vuelva a nombrar los nombres de los compañeros mineros muertos. Y que se una la voz de ustedes con la de nosotros en todo el país y en otras partes del mundo donde llega nuestra voz, exigiendo que se haga el rescate, que se cumpla todo lo que se comprometió la industria, la patronal pues, los dueños de la Minera México, y el gobierno.

    Y que además se tomen medidas de seguridad, para garantizar la vida y la salud de los mineros. Porque a veces, los matan pues con esa desgracia que pasó, y a veces los van matando poco a poco con lo que se está respirando pues ahí en las minas.

    En realidad, nuestro mensaje es muy sencillo, compañeras, es que no están solas. No importa qué lejos esté Pasta de Conchos de Chiapas o del resto del país. Como quiera, en esto que estamos de la Otra Campaña, vamos a estar apoyándolas, y donde quiera vamos a estar dando lata y estar diciendo, hasta que ustedes nos digan ya quedó cabal el problema, ya se arregló.

    Y mientras tanto, donde tenga oficinas la Minera México, y donde tenga oficinas el gobierno de Coahuila, ahí vamos a estar exigiendo: ¿qué pasó con el rescate? ¿dónde están los cuerpos de los compañeros muertos? Y ¿dónde están las medidas de seguridad?

    Lo que nosotros queremos hacer, y es lo que estamos diciendo por todas partes, es que esto siempre va a seguir pasando si no cambiamos las cosas. Va a llegar otro gobernador y va a decir lo mismo. Va a haber otros muertos, y va a decir lo mismo. Va a llegar Calderón y va a decir lo mismo. Y la Minera México, a lo mejor cambia de nombre, pero va a decir lo mismo.

    Entonces, lo que nosotros queremos es tumbar a ese gobierno ya. Porque él es el responsable de esas muertes. Y queremos sacar a la Minera México del país, porque es responsable de esas muertes.

    Y entonces, el carbón, la hulla, todo lo que se está sacando de esas minas, que sea propiedad de los mineros y de sus familias. Y entonces, toda esa riqueza que se está generando, sea de los familiares, porque son los que están trabajando.

    Y van a ver cómo cambian las cosas: la vida, las casas, la escuela, el vestido, todo que ahorita es muy humilde para la familia de los mineros, y en cambio para los patrones pues cada vez es más rico.

    Nosotros queríamos decirles, traemos este mensaje de nuestros compañeros que están allá en Chiapas. Nosotros somos indígenas. Gente humilde pues, y sencilla. Nosotros trabajamos el campo, sembramos café. Y lo que queremos es aprender de ustedes. No sólo pues las condiciones en las que están trabajando. Sino también este ejemplo que nos están dando de que no se rinden y no olvidan a su gente.

    Nosotros pensamos que nunca hay que olvidarnos entre nosotros de los de abajo. Aunque ya no salga en los periódicos o en la televisión. O que ya no haya declaraciones de Fox, o de Moreira, o del dueño de la Minera México. Como quiera, nosotros en nuestro corazón tenemos que levantar esos nombres y esa demanda de justicia.

    Y ese es el compromiso pues que estamos haciendo. Donde quiera que vamos a ir, ahora que vamos a Tamaulipas, luego a la Huasteca y luego a la ciudad de México, vamos a estar nombrando esa injusticia. Y no importa cuántos desplegados de prensa pague la Minera México. Nosotros vamos a saber que es mentira. Y directamente con ustedes vamos a saber lo que está pasando.

    Nosotros, los compañeros de la Otra Campaña aquí en Coahuila, vamos a estar dando vueltas, para ver cómo va el problema, y qué se cumple y qué no se cumple. Para estarlo publicando pues en todas partes. No sólo de México y del mundo. Porque esa Minera México, pues no nada más está aquí, está en otras partes.

    Y luego qué va a pasar si hay otra desgracia en otra parte del país, o en otra parte del mundo, también de familias que quedan sin padres, sin marido, sin quién lo sostiene. Otra vez unas declaraciones de prensa, y anda vete pues, olvídate, ya no se vuelve a hablar de eso.

    No importa el tiempo que pase compañeras. Hasta que no haya justicia, vamos a estar dando vuelta y vuelta, y vuelta. Y no importa cuántas mentiras estén contando allá arriba, se van a caer, los vamos a tumbar. A Moreira, al que está aquí, al de la Minera México. A Felipe Calderón y al que esté. Y entonces, esas muertes van a empezar a tener otro sentido. Y va a ser justicia y los vamos a sacar y vamos a poder enterrarlos como merece la gente honesta y noble que es la que trabaja.

    Eso es lo que queríamos decirles. No nos comprometemos a más, más que a eso: a cambiar a nuestro país, para que esta desgracia no vuelva a ocurrir. Y el pendiente que queda de esos muertos que siguen allá abajo, pueda ser remediado y podamos rendirles honores, donde se merece que es en un cementerio, con nuestras costumbres.

    Eso es lo que queríamos decirles compañeras. No sé si quieran decir algo más.



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