Querida Anita:el martes 13 de marzo, George Bush visitó la ciudad de Mérida por invitación de Felipe Calderón.
La ciudad y algunos pueblos quedaron prácticamente en estado de sitio, ya que los portaaviones de las fuerzas de los Estados Unidos custodiaban las costas de México y los aviones sobrevolaban suelo mexicano.
El operativo de seguridad para proteger a un genocida extranjero, perjudicó las actvidades de los ciudadanos mexicanos comunes y corrientes y violó nuestra constitución. Todo semejaba una invasión, con la aprobación del presidente de Constitucional.
Ante estas medidas de violación de suelo mexicano, aprobadas por el ejecutivo y el Gobierno del estado, muchas personas salieron a las calles a manifestar su repudio, ante un gobierno entreguista que no le importa violar los derechos de sus conciudadanos.
Las marchas fueron pacíficas en un principio, pero por la noche algunos jóvenes se salieron de control, se supone por grupos infiltrados pagados por el gobierno.
Un grupo llegó a Palacio Municipal y pateó las puertas del mismo, ante esto ya un operativo de 200 policías según unos 400 según otros, arremetió contra los jóvenes pateando entre otros a una jovencita de 16 años embarazada.
Se inició entonces la persecución y caza de jóvenes, greñudos, rastosos, vestidos de negro o que portaran aretes.
La cacería duró toda la noche.
Gabi estaba entre ellos.
Los golpearon en costados y muslos, jalaron sus cabellos y golpearon sus cabezas contra la pared, a los jóvenes incluso en los testículos, al tiempo que les decían "ahora si pendeja grita fuera Bush", robaron sus documentos, cámaras fotográficas, celulares, dinero, y demás pertenecias.
Las detenciones fueron arbitrarias, los golpes sin justificación, la burla y la humillación, violatorias de las garantías individuales y del derecho a la libre expresión.
La consigna, agarrar a todo aquel que vistiera o pensara diferente.
Realicé un viaje de 17 horas de Xalapa a Mérida y no me permitieron verla, otra violación más, hasta el viernes durante su declaración.
La "juez" los estuvo presionado y criticandoles por qué marchaban, por qué protestaban, por qué usaban el pelo largo, qué sacaban con ello, y pendejadas por el estilo.
Ahora continúa en el penal de Mérida y necesitamos el apoyo mediante cartas y firmas a los medios a gobernación y a ONG'S para que salgan libres por falta de pruebas.
Te envío el documento que elaboró el Equipo Indignación de la ciudad de Mérida, quines fueron el primer contacto con los jóvenes, porque Derechos Humanos de Yucatán, no hicieron nada.
Te mando un beso.
Gabi
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